Tiene ese punto retro que nunca pasa de moda. Está situado en los antiguos almacenes Arias, de los que mantiene algunos elementos característicos, el restaurante nos sumerge en otro tiempo para que disfrutemos de una exótica carta llena de sabores nuevos y platos innovadores.
Un clásico que evoluciona su carta de esencia mediterránea incorporando sabores asiáticos, italianos, sudamericanos, nórdicos, pero siempre desde los productos frescos y de proximidad. Evolución tranquila de una gastronomía de fondo.
El restaurante Ginger, dispone de un espacio reservable en la planta inferior de 70 m2 que se divide en dos zonas. Dos espacios exclusivos preparados para desarrollar cualquier tipo de eventos.