Una de las cosas que primero sorprende a todo el que visita Carballeira es el expositor de la entrada. Y es que en pocos sitios de Barcelona se encuentra tan amplia selección de mariscos con piezas de gran tamaño y colorido.
Pescados salvajes del Cantábrico y Mediterráneo, los erizos en temporada, las curiosas ortiguillas, exquisitas centollas y percebes auténticos gallegos. Ostras, cigalas y bogavantes son expuestos a diario en nuestra vitrina para despertar los más exquisitos sentidos.
Con una cuidada decoración marinera, el restaurante mantiene la esencia de sus inicios y hoy en día tiene una amplia oferta de cocina mediterránea. Entrar en Carballeira evoca el interior de un barco: sus lámparas, paredes de madera, ojos de buey que comunican entre las salas y otras piezas de barcos utilizadas en su decoración transportan los sentidos a una auténtica atmósfera marinera.
La cocina se mantiene a la vista del cliente, como ha sido siempre. Así es como a nuestros clientes les gusta ver cómo pesan y preparan su plato con el mismo producto fresco expuesto en la vitrina.
Por todo esto resulta paso obligado de quien por turismo o negocios visita la ciudad y quiere disfrutar de pescado y marisco de excelente calidad, deliciosos arroces: con bogavante, negro o a banda, el más popular. Suculentos platos de rape, rodaballo o merluza preparados a la plancha, Ondárroa, marinera o al horno. Todo a gusto del cliente. Y para los más carnívoros una buen chuletón de buey o entrecot de ternera.
Para los amantes de la buena cocina española cuentan con los mejores guisos de la cocina tradicional y postres caseros.
Cuentan con salas semiprivadas para eventos y comidas de negocios.